Baldosas flojas

¿Cuánto late el pulso del montón
que nunca oíste hasta que un día explota?
¿Cuándo nacen las grietas del dolor
que nunca viste hasta que un día estás rota?

¿Cuándo creció tanto el dragón de mi autodestrucción,
que hoy está prendiendo fuego todo el cielo?
Hoy lo miré a los ojos bien de cerca
y por primera vez, le tuve miedo.

¿Dónde debo buscar el agua para apagar el incendio de estas cosas?
¿Dónde debo mirar para no pisar más todas mis baldosas flojas?
Y no salpicarte con mi quererte, con mi desearte sin medir.
Y no lastimarte, con mi olvidarte, con mi alejarte un tiempo.

Tiempo al tiempo.
El tiempo es el cemento que va a pegar
cada baldosa en su lugar, en su lugar... Solía creer que el tiempo era el cemento
que iba a pegar cada baldosa en su lugar, en su lugar.
Y ya no creo más que haya que esperar nada
porque el tiempo da la vuelta y se va.

Y ya no creo más que tengas que esperar,
el tiempo que se pierde no se recupera más.
El tiempo que se pierde no se recupera más.
El tiempo que se pierde no se recupera más....