Besos de hiel

Besando este suelo como quien besa unos labios,
Tiré monedas al pozo por acabar con agravios.
Letras que me dan la vida, amores que después me la quitan,
Al menos está soledad a la que tengo loquita.
Rimo en braille, quizás para que me lean los ciegos,
Describí en mis pentagramas el tacto del folio en fuego.
Saco belleza a lo oscuro, y cada vez es más intenso,
Qué quieres que le diga si mi ego está cogiendo peso.
Hice amigos en parques, y también en las redes,
Mas el verso que está escrito es el único que me entiende.
Estoy volviendo a donde siempre, donde el tiempo lo merece,
Si desde que tenía trece estoy haciendo algo que crece.
Corazón de mármol le teme a la Torre Eiffel
Por no creer en "para siempres" que quebraron junto a él.
Frente al micro escupo miedos, hago mis tormentas públicas,
Que entienden que lo hago por mí, por mi arte, y mi música.
Bendito espantapájaros que gritará en silencio,
A pesar de que cuervos pongan a su vida un precio.
Aprendiendo a valorarse, por lo que dice, no por lo que es,
Ya todo en esta historia parece escrito al revés.
Derramando mis cenizas en un cenicero onusto
Que hace que siga plasmando lo que me mantiene agusto.
Aquí queda poco, como una princesa preciosa,
Aunque alma deshilachada no hay un sastre que la cosa.
Y aquí sigo en mi ruta, dieciséis años después,
Camino erguido aunque me tiemblen los pies.
Entre toda esta niebla cuesta ver nuestra esperanza,
Que ella que no da tregua, pero equilibra la balanza.
Todo avanza,
Sobretodo este lobo solitario,
Tachando sus errores, también días en el calendario.
No lo hago por los demás, más que por mí y mi propio laurel,
Por olvidar mis recuerdos, y esos besos de hiel.
Mente rota hace que corra peligro mi cordura,
Si metáforas escritas con el tiempo no perduran.
Sé que las putas dudas duelen más que las verdades,
Y por ello hago lo que hago, por patentar mis deidades.
Fomento cada párrafo con luz a lo que escribo,
Sintiéndome tan muerto, pero parezco tan vivo.
Mi querido mundo, eso es todo lo que escribo
Pero qué le voy a hacer hasta mi mundo es relativo.
Castillo de cartón que cae con el soplo del viento,
¿cómo quieres que te quiera? ni yo sé lo que siento.
Aquí dentro sigo muerto,
Llegar alto es cuestión de esfuerzo si se hace con talento.