Cristo ama a los niños.

Niños, ¿qué decir acerca de ellos?
Por supuesto, a veces son bulliciosos.
Caracterizados por jugar en el piso,
ensuciar sus ropas y romper cosas.
Sin embargo, Jesús los ha señalado
como muy, muy especiales.
Él pasaba mucho tiempo con ellos.
Él jugaba con los niños y los bendecía.
También le dijo a los adultos
que debían ser como niños pequeños.
Porque de ellos es el reino de los cielos.
Qué oportunidad es esta:
Ser niños de Dios.
Un niño, es un niño,
no importa su origen o su color,
pues Dios los ama y cuida de ellos
en una manera muy especial.

Cristo ama a los niños, los ama tal como son.
Cristo ama a los niños, cercano siempre está.
Oh pequeños, ¡cuán preciosos son!
Puedes encontrarlos por doquier.
Como estrellas los vemos brillar.
Su risa al jugar ahuyenta nuestro pesar. Cristo ama a los niños, los ama tal como son.
Cristo ama a los niños, cercano siempre está.
Brindan su ternura, nos dan su amor.
A su lado viaja un ángel que siempre los ve
y los guiará con seguridad.

Cristo ama a los niños, los ama tal como son.
Cristo ama a los niños, cercano siempre está.
Cercano siempre está.
Cercano siempre está.