El teatro de los balcones

Me supuran los ojos más de lo que renuncian
las miradas al ver la realidad que no pintan de color
por el daltonismo impuesto por unas hadas malditas
Y en su esencia bailaran los nenúfares Sobre lagos de lágrimas
Y en busca de su escoba cualquier bruja buena
Desde donde divisan la marea
Desde donde divisan la marea

No conquistan los ojos más de lo que mancha un lamparón de carmín
Y excitados se van tal cual, cuerpo rozado
Con la savia bruta de la entrepierna de la vida
Desvirgando los pasos eternos, los pasos perdidos
Que siempre llegan

Y de falda en falda y de boca en boca
Y de falda en falda y de boca en boca
Y una caries morbosa
Y de falda en falda y de boca en boca
Y una cama y un ladrido que se oiga Y cuando la vida te folle
te deja solo después de latir
Al son de lo que marca
Y un discurso, y una boca
Pa morderte la lengua mientras te pierdo
Y te quedas solo después de escuchar
el son de lo que marca

y vomito pa soltar
y no echar de menos los balcones donde me dormí
mientras el teatro de los balcones cerraba el telón

Y una cama y un ladrido que se oiga
Y cuando la vida te folla
te deja solo después de latir
Al son de lo que marca
Y un discurso, y una boca
Pa morderte la lengua mientras te pierdo
Y me quedo solo después de escuchar
el son de lo que marca

y vomito pa soltar
y no echar de menos los balcones donde me dormí
mientras el teatro de los balcones cerraba el telón

Y una cama y un ladrido

Y una cama y un ladrido que se oiga
Y cuando la vida te folla
te deja solo después de latir
Al son de lo que marca
Y un discurso, y una boca
Pa morderte la lengua mientras te pierdo
Y me quedo solo después de escuchar
el son de lo que marca