Jason

No hay canción que renueve el dolor de mil hojas, echás humo.
Y en tu piano no queda más nada, nada más que un cenicero.
Olvido el reflejo perdido, y un rey sin corona me vuelve a cazar.
El fuego llega al licor por la guita que a tempo muerde.

Un templo y cien bares me quieren salvar.
Soberbio espero a la cruz de estación.
Camino sólo, no tengo miedo.
Camino sólo, no tengo miedo.

Una foto que adorna la carta final
Y me convence una copa a vivir el momento.
Atado a este juego, redoblo la apuesta,
¿Será solo el viento el que cure las palabras?

“Solo espero que cuando leas esto me recuerdes por lo que fui y no por lo que soy.
Ya es tarde para rehacer lo perdido. Si fueron muchas las penas, demasiado el silencio,
Y la ironía te rebalsó antes que mis promesas, entre líneas te pido que la fiesta termine hoy. ¿Será solo el viento el que cure las palabras?“ Un clavo en mi noche y encuadro mejor,
Matando a la espera falseo dormido.
Entiendo el sonido, cambió el color,
Pregunto entre risas: “¿Dónde está el sabor?”

Un templo y cien bares me quieren salvar.
Soberbio espero a la cruz de estación.
Camino sólo, no tengo miedo.
Camino sólo, no tengo miedo.