Los diez leprosos

Fueron diez leprosos que junto al camino
pedían un milagro al Señor Jesucristo,
que sanara sus heridas y quitara su dolor;
que les diera fortaleza y paz al corazón.
Que les diera fortaleza y paz al corazón.

Ten compasión Maestro y sana nuestros cuerpos.
Ten compasión Maestro y sana a tus siervos;
le gritaban a Jesús, llamándole Maestro.
Le gritaban a Jesús, llamándole Maestro.

"Navegantes de Cristo"

Mi Cristo les limpió hasta las llagas más podridas,
sólo uno regresó, dando gracias de rodillas
y contándole a la gente de Dios sus maravillas;
aquel hombre lloraba, lloraba de alegría.
Aquel hombre lloraba, lloraba de alegría.

Aquellos otros nueve, sanos fueron al momento.
Sólo uno regresó al lado del Maestro.
No fueron agradecidos con la gracia del Señor,
pero tú si agradece y dale el corazón.
Pero tú si agradece y dale el corazón.